sábado, 5 de noviembre de 2011

Lucio Costa


El arquitecto brasileño Lucio Costa nació en Francia en 1902 y falleció en Rio de Janeiro en junio de 1998. Hijo de brasileños, realizó los estudios básicos en Inglaterra y Suiza, hasta 1916, y se graduó arquitecto en 1924, en la Escuela de Bellas Artes, en la ciudad de Rio de Janeiro.
El interés despertado por las obras de Lucio Costa viene de la estrecha relación que su obra establece entre la tradición constructiva y la estética barroca brasileña con los postulados modernistas, alterándolos en función de una actitud humanista y clásica al mismo tiempo. Lucio Costa, intelectual y erudito, define los parámetros teóricos de la arquitectura brasileña desde la década de los 20, cuando exhibe en los trabajos iniciales el estilo neocolonial, primera manifestación autóctona de las Américas en defensa de las raíces luso-ibéricas. En 1930-32 resulta muy positiva para Lucio Costa la asociación con el arquitecto ruso Gregori Warchavchik, futurista que implantó el modernismo en Brasil. Tras los estudios en Roma y Milán, Warchavchik fue invitado por la Constructora Simonsen, en 1926, a trabajar en São Paulo.
La polémica participación en la modernización de la enseñanza de arquitectura, un breve periodo al inicio de los años 30, en la condición de director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y el liderazgo en la defensa del patrimonio histórico y artístico, repartido con los modernistas Mário de Andrade, Rodrigo Melo Franco y Manuel Bandeira, llevan a Lucio Costa a su constante revisión y actualización. El instante más expresivo de esa fase es la construcción del edificio sede del antiguo Ministerio de Educación y Salud, en 1936-46. La decisión de Lucio Costa de invitar al arquitecto Le Corbusier a trazar los primeros esbozos de un nuevo proyecto para el ministerio fue una actitud de protesta con el resultado del concurso ganado por el arquitecto Archimedes Memória, con un edificio de estilo art déco. Esta decisión imprimió a los modos de producción de la arquitectura modernista brasileña el sello de política oficial.

Después del edificio del ministerio, el Pabellón de Brasil para la Feria Internacional de Nueva York de 1939 es otra asociación con Oscar Niemeyer, que hace posible el ejercicio con elementos definidores de las expresiones arquitectónicas nativas y la inclusión de los temas corbusianos. La plástica resultante de la integración de pilotes con elementos de la tectónica local, del tipo cobogó (elemento vaciado) y madera, aliados a los patios interiores y terrazas con jardines tropicales, transforman los preceptos puros de Le Corbusier.
En 1948 Lucio Costa desarrolla este modelo a la perfección construyendo dos obras paradigmáticas para los arquitectos de todo Brasil: el conjunto residencial del Parque Guinle, en la ciudad de Rio de Janeiro, y el Hotel do Park São Clemente, en la ciudad serrana de Nova Friburgo (Rio de Janeiro). Las residencias que proyectó están influidas por modelos corbusianos y también incluyen las actualizaciones de su visión de las técnicas tradicionales.
La organización de las nuevas ciudades-capitales - donde se incluyen los planes directores de Le Corbusier para Chandigarh, en la India, en 1950, y los de Lucio Costa para Brasília, en 1956 - constituyen las realizaciones más significativas del urbanismo de la posguerra. Así, Costa es reconocido internacionalmente al proyectar la nueva capital de Brasil y consolidar en Brasília, una vez más con Oscar Niemeyer, los ideales de tradición y renovación que se han convertido en puntos de referencia de la arquitectura contemporánea. A pesar de las críticas al excesivo funcionalismo, Brasília se configura como un marco divisor de aguas en la arquitectura brasileña e internacional.
Lucio Costa prosiguió su trayectoria profesional en el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional Iphan, entidad pionera, en el ámbito mundial, de las actividades de protección a los ambientes urbanos y naturales, donde permaneció hasta 1972. La simultaneidad con que ejerció los papeles de arquitecto contemporáneo y especialista en la conservación de la tradición luso-brasileña llevó a Lucio Costa a influir la reproducción de sus ideas en todo el país. Así, se puede afirmar que las capitales brasileñas contienen, hasta hoy, los marcos representativos de las fases colonial y modernista en razón directa de su trabajo en el Iphan.

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